Un apagón público en una empresa de medios de Nueva York obliga a Samantha Fink, una alcohólica veinteañera, a aprovechar la única oportunidad que tiene para recuperar la sobriedad y evitar ir a la cárcel: volver a casa con su autoritaria madre, Carol. De vuelta en Greater Boston, Samantha reinicia su vida, trabajando en la tienda de comestibles local mientras está rodeada de todos los desencadenantes que la hicieron beber en primer lugar.